Comenzar a practicar deporte con una discapacidad
A menudo, los primeros pasos son los más difíciles. Lo mejor es no exigirse demasiado y dejar tiempo suficiente al cuerpo.
A menudo, los primeros pasos son los más difíciles. Lo mejor es no exigirse demasiado y dejar tiempo suficiente al cuerpo.
Las actividades deportivas exigen un nivel adecuado de forma física. Por este motivo, los principiantes deberían proceder con precaución. El entrenamiento también debe incluir descansos, ya que el cuerpo humano necesita tiempo para adaptarse a las exigencias en aumento. Trabajar en ello con paciencia requiere una voluntad firme y disciplina. Pero vale la pena para evitar sobrecargas, o también una carga insuficiente, y así establecer un hábito de deporte saludable y constante. Quien desee saber más sobre los primeros pasos en este camino, aquí encontrará información y motivación.
¡Atrévete! ¡Da el primer paso hacia el deporte!
El entrenador de atletismo Heinrich Popow está convencido de que las personas deberían practicar deporte con regularidad no a pesar de su discapacidad, sino precisamente debido a ella.
Paso 1: El chequeo médico
Antes de empezar a entrenar, es importante que el médico o el terapeuta compruebe si se dan las condiciones físicas necesarias. Informa a los responsables del tratamiento sobre el deporte que deseas practicar y hazles partícipes del proceso de decisión.
Paso 2: Encuentra tu deporte
¿Qué me apetece? ¿Qué puedo hacer? Al elegir un tipo de deporte, son muchos los factores que entran en juego. Entre ellos están, a menudo, el grado de discapacidad y el nivel de actividad individual. Lo importante es: ¿qué puede divertirte y gustarte a largo plazo?
Paso 3: Ponte objetivos realistas
El punto de partida para un plan de entrenamiento individualizado es la capacidad de rendimiento personal. No se trata de llegar al máximo, sino de alcanzar un nivel en el que disfrutes. Empezar a pensar con alegría en el siguiente entreno justo después de acabar uno es buena señal de haber encontrado la medida adecuada. Aspirar a alcanzar pequeños logros con el tiempo incrementa las perspectivas de éxito y crea constantemente nuevas motivaciones.
En los deportes de resistencia, en particular, es más conveniente al principio aumentar la duración del movimiento que intentar llegar a la máxima velocidad. En algunos deportes, primero hay que practicar el uso de prótesis o de sillas de ruedas.
Paso 4: Encuentra tu ritmo
Si entras en un club o te unes a grupos de deporte, por lo general hay unos horarios de entrenamiento conjunto establecidos. Quien quiera empezar a practicar deporte por su cuenta, debería elaborar un plan semanal que pueda cumplir a largo plazo. Alguien que practique un deporte de resistencia, por ejemplo, podría anotar en su agenda entrenar tres días por semana directamente después de trabajar. El hábito ayuda a mantenerse activo también aquellos días en los que no apetece mucho.
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