Inestabilidad de los ligamentos de la rodilla
En el caso de ligamentos inestables en la rodilla, el tratamiento dependerá de la causa y de la gravedad de la inestabilidad. La fisioterapia y las órtesis estabilizadoras pueden ayudar a aliviar las molestias.
Causas, síntomas y tratamiento
En la articulación de la rodilla encontramos diferentes ligamentos. Estabilizan la articulación junto con los músculos que los cubren. Para la movilidad correcta de las articulaciones y la estabilización es imprescindible contar con una resistencia adecuada de los ligamentos.
Debido a factores congénitos o adquiridos, puede producirse un debilitamiento de los ligamentos (laxitud). A menudo, como consecuencia, esto provoca la inestabilidad de las articulaciones. En el caso de una rotura de los ligamentos, se puede llegar a perder por completo la estabilidad de una articulación.
Ottobock supports and orthoses

Causas
Las causas de la inestabilidad de la rodilla pueden ser un debilitamiento congénito o adquirido de los ligamentos con o sin la implicación de otras estructuras estabilizadoras (p. ej., cápsula articular, cartílago articular, meniscos, estructuras musculares). Pueden conducir a una inestabilidad importante en la articulación de la rodilla.
Por lo general, las inestabilidades de la rodilla se distinguen por el número de estructuras ligamentosas afectadas. Cuantos más ligamentos se vean afectados, más inestable será la articulación de la rodilla. Cuando están afectados los ligamentos cruzados, se producen con frecuencia inestabilidades que permiten un desplazamiento más pronunciado de la pierna hacia delante y atrás. La causa de la inestabilidad compleja de la rodilla reside frecuentemente a una combinación de las estructuras afectadas, p. ej., la laxitud de los ligamentos cruzados internos, los ligamentos laterales, la flacidez de la cápsula articular de la rodilla y/o una lesión de los meniscos.
Síntomas
En el caso de la inestabilidad de la rodilla puede producirse una sensación de inestabilidad, una inestabilidad real, dolor e irritación. A menudo, con el tiempo aparece artrosis, esto es, una degeneración acrecentada del cartílago articular. En un primer momento, una inestabilidad se manifiesta, por ejemplo, mediante la inseguridad al caminar o con dolores al soportar una carga mayor. Las pruebas clínicas pueden confirmar o descartar una inestabilidad de la rodilla.
Diagnóstico
Una vez se ha confirmado una inestabilidad de la rodilla mediante pruebas clínicas, por lo general se realizan pruebas adicionales en caso de inestabilidad dolorosa o de limitaciones en la movilidad. Aquí se incluyen mediciones comparativas de longitud de las piernas, la exploración de la posición de la pelvis y pruebas específicas de las articulaciones, p. ej., por medio de procedimientos de imagenología como rayos X y TRM.
Terapia
El tratamiento depende de la causa y de la gravedad de la inestabilidad y puede ser de tipo conservador, esto es, sin cirugía, y/o con intervención quirúrgica. El tratamiento conservador se centra en la fisioterapia y en órtesis estabilizadoras.
Volver a la vida cotidiana: en 3 pasos hasta la órtesis de Ottobock
- Aquí encontrará un resumen de las órtesis y correajes que pueden ser adecuados para usted. Lleve consigo esta lista la próxima vez que acuda al médico.
- Consulte a su médico cuál de las órtesis es la más adecuada para su cuadro clínico. Seguidamente, su médico le extenderá una receta para la órtesis correspondiente.
- Acuda con la receta a una ortopedia. Allí recibirá su nueva órtesis después de haberse adaptado con precisión a sus medidas corporales.